lunes, 17 de octubre de 2011

Hacer o no hacer un blog... he aquí la cuestión.

En varias ocasiones, gente cercana a mi me ha ido invitando y/o animando a que escribiera un blog. De hecho, parecía el paso más lógico, viniendo de la familia de la que vengo, ya que todos sus miembros tiene uno. Pero yo siempre me había resistido a tenerlo... ¿Por qué? Por varias razones. La principal y más importante de ellas, la vagueza. Escribir un blog implica un compromiso de regularidad, no por quien pueda leerlo, sinó por uno mismo, por darle sentido a las acciones de molestarse en abrir y diseñar un blog. Yo, francamente, no estaba por esa tarea. Por otro lado, me había confirmado esta premisa un artículo que leí en geekazos.com, exactamente en el punto nº8, que dice y cito textualmente:
8. Otro blog
Si algo sobra en Internet, eso son blogs. La facilidad para la creación de los mismos ha, literalmente, llenado el ciberespacio de blogs.
El problema no son los que contienen algo de información (si esta es buena, mejor que mejor) sino la cantidad de blogs empezados y abandonados, esparcidos por la red con la instalación por defecto de WordPress.
Y, en mi opinión, tiene toda la razón del mundo. Otro inconveniente era escoger un tema del que hablar. No es que me faltaran temas, ¡Al contrario!, hay demasiadas cosas que me gustaría abordar. Hablando con mi padre, me comentó que normalmente los blogs mas leidos, seguidos y de más éxito
suelen ser los que abordan un solo tema y todo lo relacionado con éste. Que me lean o no me da un poco igual, por que al fin y al cabo, los artículos los tengo para mi propia consulta y ordenar mis pensamientos. Pero siempre hay una pequeña parte de nosotros que se regodea del reconocimiento social.
Otro problema que me surgió cuando me planteaba si hacer (o no hacer) un blog, era mi mala redacción. Por mi tendencia (como se puede notar) a construir frases interminables y llenitas de faltas ortográficas. Porque, seamos sinceros, los correctores no son infalibles, hay muchas faltas que no llegan a captar.


Si la pregunta inicial era ¿Por qué no?, la siguiente pregunta a plantear sería ¿Y por qué ahora sí?. Por la sencilla razón de que todos esos impedimentos no eran otra cosa que excusas que usan los procastinadores, para dilatar en el tiempo algo que saben que van a acabar haciendo. Y, realmente, si necesitáis un ejemplo vivo de como procastinar, yo soy uno de los mejores. Aunque, valga decir en mi defensa, no recuerdo ninguna situación en la que haya faltado a mis obligaciones. Dejar las cosas para el final, no quiere decir no hacerlas, (por si alguien lo dudaba), jeje.


Creo que todo en esta vida tiene su momento. Personalmente hago mucho mejor las cosas cuando siento que es su momento. Y, para mi blog, el momento ha llegado ahora.


Concluyendo, como podréis observar, me importan relativamente poco las criticas, pues mi blog no trata sobre una temática concreta. Trata sobre las cosas que me mueven. Ya me supuso un problema escoger una carrera entre 8 que habría hecho. Respecto a la ortografía, hago lo que puedo, pero no me torturo, nadie es perfecto. Y en lo que se refiere a la escritura, llegué a la conclusión de que, realmente, la forma de escribir mejor es practicar. No voy a imponerme el escribir un artículo cada día. Porque, aunque de momento si lo esté haciendo, no se cuando tendré inspiración y cuando no, y no quiero añadir una fuente de estrés a mi vida. El blog lo escribo por placer y por ordenar lo que pienso.

4 comentarios:

  1. muy buena declaración de intenciones

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  2. :) Gracias! por cierto, has estrenado los comentarios del blog ^_^

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  3. preparate no seran los últimos, ya me conoces antes muerta que callada

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  4. Jajajajaja! okis! pero no seas muy dura ;)

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